Este movimiento identitario occitano es sin duda un ejemplo de la lucha identitaria contra el mundialismo y la mestización global de la humanidad, unido al estilo popular y campesino.
En una declaración muy interesante apoyan totalmente el movimiento actual de los llamados ‘chalecos amarillos’ en Francia que bloquean carreteras y hacen manifestaciones contra la tiranía cada vez mayor de la finanza y la globalización mercantil y cultural.
Este movimiento no tiene dirección única ni depende de partidos o grupos, lo que ha descolocado totalmente al gobierno y molesta especialmente a la izquierda (que se considera la única que debe movilizar a la gente).
Reúnen en estas barricadas a obreros, clase media, parados y artesanos, etc. la mayoría blancos hartos de la casta política. Es muy activa en las zonas rurales y en pequeñas ciudades.
El gobierno ha tenido que aceptar la presencia de 2.500 barricadas y actos, con 300.000 participantes, pero son muchos más.
Los medios de masas no han podido ocultar ese movimiento aunque tratan de devaluarlo y criticarlo.
Por supuesto es muy posible que sea vencido por el cansancio y la intervención de la policía y los medios marxistas, pero muestra el inicio de reacciones populares no controladas por el sistema.
BAU