Esta es una escultura del danés Jens Galschiot.
Según él, representa una justicia obesa, morbosa e inútil, siendo cargada por un pueblo miserable, desnutrido y sometido por completo.
Lo que nosotros vemos es a un desnutrido africano cargando con una caprichosa, perezosa y gorda que bien podría ser Europa, sin negar lo expuesto.
El “arte moderno” se presta a muchas interpretaciones. Además ¿quién presta atención al arte moderno más que cuatro snobs y una pandilla de freakis? La banca y los grandes tiburones empresariales. Los museos y los marchantes. Es una inversión redonda, siendo ellos y sus Fundaciones los patrocinadores y los tasadores. Un valor tan seguro como el oro. Tan seguro como un falso mito.
Y a ellos, los propiciadores, estas boutades les privan. Les da un puntito de orgullo, mal entendido, pero orgullo. Es como si estuvieran en la Universidad y grabaran su nombre en el banco de una Iglesia a navaja pero que ahora todos podemos ver impudicamente. Como el Toro de Bronce en Manhattan avisando del Culto en la zona al Becerro de Oro. Son retorcidos y miserables los poderosos.
Aprovechad, que en dos días empiezan a cobrar entrada y fotos o la retiran para desmontarla.
A.MARTÍN