Si criticar nuestra Bandera u otros símbolos nacionales fuese sinónimo de criticarnos a nosotros mismos como nación de inútiles borregos sumisos a la Corona y a sus modernos Validos políticos de TODOS los partidos entonces entendería que criticásemos nuestros símbolos patrios, básicamente porque la “nación” somos todos y cada uno de los nacidos en ella o en su defecto, los solicitantes.
Pero esto no es asi, ya que por lo general quienes critican los símbolos nacionales de un país suelen ser sus enemigos. En España también, aparte de una caterva de ignorantes acomplejados y resentidos que no han superado todavía su complejo antifranquista.
Porque la Bandera nacional no tiene ni debe tener color político, es patrimonio de todos y nos representa a todos, seamos monárquicos o republicanos.
Es incierto eso de que defender nuestra Bandera nacional o nuestros símbolos, historia, etc… no va a darnos de comer, porque si no lo hacemos así es cuando estamos fomentando (directa o indirectamente) los separatismos, las desigualdades entre españoles dependiendo de la zona donde residan y que se impongan los intereses de unas minorías políticas contra los de la inmensa mayoría de españoles.
De nosotros depende, pues, no de unos partidos políticos que en absoluto nos representan en la realidad.
Sólo nosotros somos la Nación Española, no lo olvidemos nunca.
Juan C. Carrillo Ruiz