La Historia de España, la Historia Magna, la han forjado Caudillos, Reyes y Capitanes, que, con lucidez, inteligencia y voluntad de hierro, redujeron a la Unidad a un Pueblo levantisco, belicoso e individualista, dado a las luchas intestinas.
Francisco Franco es uno de esos Forjadores de la Historia Magna de España. Soldado, estadista y patriota, ha sido un Hombre Providencial en el sentido exacto del término: un Hombre suscitado por la Providencia Divina para salvar a España.
Desde la edad de 14 años, en que ingresó en la Academia Militar de Infantería de Toledo, hasta el 20 de Noviembre de 1975 -a la edad de 82 años-, en que fue llamado por el Altísimo a su Presencia, su vida fue un permanente acto de servicio a España. Soldado excepcional, el General más joven de Europa, Caudillo de la Cruzada, Fundador del Nuevo Estado, fue el Custodio de la Unidad, la Integridad, la Independencia y la Soberanía de España.
Hoy, una Clase Política de Traidores, Ineptos y Canallas quiere enlodar su Memoria mientras una Monarquía abyecta, una Iglesia ignominiosa y unos Ejércitos de Cipayos y Ganapanes miran para otro lado.
Quieren, inútilmente, reescribir la Historia. El Tiempo, Juez implacable, les arrojará al estercolero del que no debieron salir. Y, mientras llega ese día, a los Nacionalistas nos guiará una consigna: reinstaurar el Nuevo Estado.
PEDRO PABLO PEÑA