Jorge Alberto Altieri, soldado conscripto argentino que combatió en Monte Longdon durante la Guerra de las Malvinas, fue gravemente herido junto a otros soldados mientras trataban de frenar el avance enemigo.
Una esquirla de mortero lo hirió en la cabeza produciéndole pérdida de masa encefálica en la parte izquierda del cerebro.
Fue trasladado al hospital de Puerto Argentino y luego fue llevado en el último avión Hércules que salió de Malvinas hacia el continente.
Perdió su ojo izquierdo y parte de su motricidad pero milagrosamente sobrevivió.
En sus propias palabras “Yo no me rendí, ni fui tomado prisionero. La guerra mía continúa, porque a mí me sacaron de Malvinas antes de la rendición. Así que yo sigo combatiendo”.
En la foto, el casco de Altieri tal cual quedó aquel día, conservado por su familia como una reliquia.
Fraternalmente en Cristo desde Misiones (Argentina),
Fernando Javier Liébanes