Hubo un fascismo obrero, popular, que aunó a la totalidad de un pueblo fragmentado -interesadamente- por el dinero, la envidia, como si en vez de pueblo fuéramos una inmensa granja en la que sólo se pudiera producir y nunca pensar o dudar del poder del granjero…
El fascismo hizo despertar a esos lobos que se habían creído el discurso de que eran corderos, gallinas, ganado que necesitaba que le pastorearan…
Los lobos no van en rebaños, van en manada, y tienen líderes, no pastores.
Los lobos no tienen dueño, viven libres y si alguien amenaza su libertad, atacan.
Cuando se olvida a los guías es cuando podemos empezar a pensar que nos hemos perdido y que puede que vivamos cercados y seamos tan sólo eso… un rebaño y no sepamos detectarlo.
El 22 de febrero de 1945, Jacques Doriot, fundador del Parti Populaire Français muere ametrallado por un avión aliado cuando se dirigía en coche a Sigmaringen.
A.MARTÍN