Lo que no te cuentan series como “Cuéntame” (valga la redundancia) es que la canción “Libre” de Nino Bravo está inspirada en Peter Fechter, un joven alemán de 18 años que en 1962 intentó saltar el recién estrenado muro de Berlín Este, a donde había llegado en compañía de su amigo Helmut Kubelik (quien por suerte sí llegó a rebasarlo) pero, una vez encaramado al mismo, fue disparado cayendo en la denominada “zona de nadie”.
Y allí quedó tendido a la vista de todo el mundo, pidiendo auxilio mientras se desangraba, sin poder moverse por las heridas de bala recibidas, sin nadie que se atreviera a atenderlo.
Los muy pusilánimes guardias occidentales, temiendo ser también disparados, únicamente le lanzaron un botiquín, el cual de nada sirvió a un Peter Fechter al que se le escapaba la vida a cada instante.
Al otro lado, los muy desaprensivos soldados rusos aguardaron 50 interminables minutos hasta que el joven expiró, momento en que ya sí procedieron a recogerlo.
No sería el último en caer en el “muro de la vergüenza”, aún vendrían dos centenares más, el último (de nombre Chris Gueffroy) en 1989, justo el año en que aquél fue derribado por una población germano-oriental harta de la tiranía a la que era sometida dentro de la “patria del proletariado”.
La canción de Nino Bravo dice así:
Tiene casi veinte años y ya está
cansado de soñar;
pero tras la frontera está su hogar,
su mundo y su ciudad.
Piensa que la alambrada sólo
es un trozo de metal
algo que nunca puede detener
sus ansias de volar.
Libre,
como el sol cuando amanece yo soy libre,
como el mar.
Libre,
como el ave que escapó de su prisión
y puede al fin volar.
Libre,
como el viento que recoge mi lamento y mi pesar,
camino sin cesar,
detrás de la verdad,
y sabré lo que es al fin la libertad.
Con su amor por bandera se marchó
cantando una canción;
marchaba tan feliz que no escuchó
la voz que le llamó
y tendido en el suelo se quedó,
sonriendo y sin hablar;
sobre su pecho, flores carmesí
brotaban sin cesar.
Va dedicada a vosotros, los cínicos comunistas, para que la escuchéis en vuestros centenarios de mentiras y crímenes. Y también a vosotros, los cínicos liberales, para que la escuchéis en vuestros contubernios de corrupción y usura.
CACHÚS