Algunos sí conocen el dato de que Don José Isbert, Pepe Isbert para la historia, era seminarista antes que actor, pero que las tablas le pudieron más que los altares.
Lo que ya no es tan conocido es su serie de aventuras durante la guerra civil. Y prácticamente desconocido que fue uno de los que recuperó los huesos de Lope de Vega, antes de ser un actor de renombre.
En estos días en que se buscan los huesos de Cervantes afanosamente, he creído oportuno traerlo al recuerdo.
Gutiérrez