Desde hace mas de setenta años, han sido víctimas de una apisonadora genocida que ha destruido sus tierras, derribado sus casas, asesinado a sus hijos, masacrado a sus jóvenes. Una furia sanguinaria, practicada desde un estado invasor ajeno a cualquier atisbo de piedad. Una maquinaria engrasada y apoyada por el NOM, que ayuda a silenciar y ocultar las tropelías.
Los impunes no se detienen ante nada ni nadie. Ellos no tienen que pedir permiso, poseen -porque yo lo valgo- licencia para matar.
Y no os preocupéis, no habrán declaraciones rimbombantes de los sinvergüenzas de Bruselas. Ni apoyo militar, ni la mínima sanción. Éste será uno de las de noticias que las despreciables masas de cretinos pasan a vuela pluma para volver a su Marca…
¡Otra de gambas, Pepe!
“Nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por tí.”
VAE VICTIS