Miren, para evitar problemas: unos escuchen y otros recuerden, que no está el horno para bollos.
Sólo un apunte ¿se imaginan hoy cantando esta canción a pleno pulmón por la calle principal de su localidad? Culpable.
Pues eso, que os pinchan y es que ya ni sangráis.
A.MARTÍN