Ya tenemos a la policía política funcionando.
Controlando qué libros se pueden vender y cuáles no. Torquemada renacido en alcaldesa.
Patrullas policiales para evitar pintadas en mezquitas y sinagogas, de iglesias quemadas y asaltadas por sus concejalas ni caso, eso no es delito de odio.
Autobuses perseguidos por expresar una opinión, e incluso movimientos que promuevan la no bienvenida a los refugiados son considerados racistas y culpables del delito de odio.
Pomposo título, “Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal”, para esconder una vieja práctica comunista, la de los comisarios políticos. Mismos perros con diferentes collares.
Rabadán, el comisario político jefe, aún se permite presumir de que la capital le parece «una ciudad abierta y tolerante a cualquier creencia»
MBARETÉ
Carmena multa a una feria militar por delitos de odio
http://www.elmundo.es/madrid/2017/06/26/594fd8fee2704e723b8b4607.html
Cuando asaltamos el ayuntamiento?jajajaja